Gnomos: los más viejos y sabios.
Duendes: que conviven con los humanos y hacen travesuras.
Hadas: unas mujercitas que habitan en las flores. Son amigas de los duendes y siempre van juntos.
Elfos: los masculinos de las hadas, una especie de hombrecitos con alitas.
Liliana y Nayra están lejos de ser las únicas visionarias de gente pequeña. La astrólogo Ley Süllós es otra ferviente defensora de su existencia y a las pruebas se remite: "Justo en este momento estoy con un disgusto... Me falta un reloj que quiero mucho y no me lo robaron porque carece de valor material. Siempre me desaparecen cosas que ellos me esconden y al tiempo las encuentro". A veces, les juegan bromas a sus gatos siameses, pero también se acercan a consolarla. Cuando estuve enferma vi a unas hadas muy hermosas que bailaban frente a mí vestidas en colores lila recuerda la astróloga. Sin embargo, Lily dice que su misión no es conceder deseos: "Nunca les pido nada porque no se sabe cómo pueden reaccionar".
El arquitecto y empresario Jorge Caputo también se rindió a las evidencias. Dueño del cerro San Martín, en Bariloche, les encargó a Liliana y Nayra que investigaran si allí había duendes. Confirmada su presencia ("en las fotos que tomamos se ven claramente", aseguran las especialistas), Caputo proyecta inaugurar a fin de año un parque temático: la Aldea de los gnomos. Convencidas "El aire tampoco se ve, y sin embargo, respíramos", les dicen Nayra Lee y Liliana Chelli a los incrédulos. Ellas fotografían duendes con cámaras especiales.
"No me como cualquier sapo", alerta desde el principio. Roberto Rosaspini Reynolds es recopilador de cuentos sobre seres mágicos de la mitología celta, los mismos que le contaba su abuela irlandesa cuando era chico. "Nunca vi un duende por ahí caminado, con esos sombreritos colorados que les adjudican".