… no es virtuosa; por ello tiene Virtud.
La Virtud mínima nunca se libra a sí misma de ejercitarse; por ello no tiene Virtud.
La Virtud máxima no hace ostentación, ni tiene intereses personales que servir.
La compasión máxima hace ostentación, pero no tiene intereses personales que servir:
La moral máxima no sólo hace ostentación, sino que tiene además intereses personales que servir.
El ritual máximo hace ostentación pero no encuentra respuesta; entonces intenta imponerse por la fuerza.
Cuando se pierde el Tao, se recurre a la virtud.
Cuando se pierde la Virtud, se recurre a la compasión.
Cuando se pierde la compasión, se recurre a la moral.
Cuando se pierde la moral, se recurre al ritual.
Ahora bien, el ritual es sólo la apariencia de la fe y de la lealtad; es el principio de toda la confusión y el desorden.
La presciencia es sólo la flor del Tao, y el principio de la necedad.
Por ello, el ser realizado pone su corazón en la sustancia más que en la apariencia; en el fruto más que en la flor.
Sinceramente, prefiere lo que está dentro a lo que está fuera.”