“Gnomo" es un título genérico de los espíritus naturales del elemento tierra. La investigación revela que, si bien existen en la Naturaleza toda clase de seres "feéricos" tradicionales, hay vastas divergencias dentro de cada tipo. Algunas diferenciaciones son tan grandes que exigen nuevos nombres y clasificaciones. En el futuro, cuando sin duda el naturalista, el etnólogo y el explorador entren el País "Feérico" y en todas las escuelas se estudien los textos sobre el Reino de las Hadas, las múltiples y variadas especies de seres "feéricos" recibirán, en su totalidad, nombres especiales.
Se clasifica a tales habitantes del País "Feérico" bajo el nombre dado a la raza a la que más se asemejan. En este subtítulo son descritas
desde muchos puntos de vista. En este subtítulo son descritas las criaturas de los árboles y los enanos alados, aunque en muchas particularidades importantes difieren de los gnomos verdaderos. Algunos tal vez vacilen en aceptar la existencia de un gnomo alado que viva en un árbol; no obstante, los así clasificados se parecen mas estrictamente a los Gnomos de Tierra que a cualquier otro tipo. Por tanto, los "gnomos" son diversas criaturas que difieren en muchos aspectos de los gnomos de la tradición "feérica".
El gnomo verdadero vive normalmente dentro del doble etérico de la tierra; es por lo común delgado y larguirucho, de apariencia grotesca, cadavérico, con mandíbulas en forma de farol, y a veces solitario. Da la impresión de extrema vejez; toda su apariencia y porte difieren cabalmente de los del hombre actual. Sus brazos son demasiado largos para nuestro sentido de la proporción , y como sus piernas, están doblados en las articulaciones como si se hubiesen endurecido con la edad. Su tez es muy tosca y áspera, los ojos son pequeños y negros, con un leve sesgo hacia arriba en los costados. Como se dijo, el gnomo es aparentemente una reliquia de los tiempos de la antigua Lemuria y, si esto es cierto, puede significar que el tipo es una representación de la apariencia de la gente de esa época. El gnomo de la tierra no es un tipo agradable de elemental; los encontrados en Inglaterra han sido de color muy negro o marrón-turba, es ciertamente hostil y su atmósfera es decididamente desagradable