
Procedentes del norte de la India , los gitanos llegaron a las costas del Mediterráneo oriental en el siglo XIV se extendieron por toda Europa. El colorido y exotismo de su estilo de vestir, sus prácticas de adivinación, su música y su porte altivo causaron una inmensa curiosidad en todas partes, pero también suscitaron desconfianza ante su pretensión de mantener su «diferencia».