Un hada (del latín fatum: hado, destino) es una criatura fantástica y etérea, personificada generalmente en forma de mujer hermosa, que son protectoras de la naturaleza, producto de la imaginación, la tradición o las creencias y perteneciente a ese fabuloso mundo de los elfos, gnomos, duendes, sirenas y gigantes que da color a las leyendas y supersticiones de todos los pueblos antiguos. Se puede provocar el contacto con ellas desarrollando la visión etérea según las leyendas. La mayoría de ellas tienen alas.
A pesar de no tener una fecha exacta de su origen, cada comunidad de hadas celebra con entusiasmo la fecha en que considera que ha sido creada.
Existen diversas teorías sobre su origen pero la gran mayoría coinciden en que descienden directamente de los espíritus primitivos del planeta, esta teoría tiene su confirmación en la íntima relación entre las hadas y la naturaleza.
Otras teorías sostienen que las hadas como los otros elementales, son almas de los muertos paganos que murieron antes de ser bautizados y debido a que su comportamiento no fue ni lo demasiado bueno para ir al cielo ni lo demasiado malo para ir al infierno, deben permanecer suspendidos en un estado indefinido, hasta que el ser supremo decida el destino del hombre sobre la tierra.
Sin embargo la religión se encargo de encasillar a estos elementales como diabólicos y lo mismo pasó también con los duendes.