Dios se dirigió entonces al Unicornio diciendo: ¡Asallam! Tú sólo serás, entre todas mis creaciones, quien recuerde la ocasión y el modo de su hechura, y vivirás en permanente memoria de la Luz, para ser su conductor y su guardián. Pero jamás volverás a la Luz hasta la hora final del Fin del Tiempo. Y el Unicornio, maravillado, vivió en su jardín y fue caminando hacia afuera.
Entonces quiso ser conocido Dios, aunque Él ya conocía todas las cosas. Se retiró dentro de Sí, y a partir de la tierra y del aire, del agua y del fuego, su sagrado aliento compuso al Hombre, que era fuerte y bello, el colmo de la creación. El Unicornio se maravilló mirándolo, y de pronto volvióse modesto y vergonzoso.
Como Asallam, el primer unicornio, no participó en la creación del Hombre, el Unicornio lo amó aún más y ante él se inclinó como un sirviente. Fue el Unicornio entonces la primera bestia que el hombre contemplara, la primera a quien dio nombre. Desde entonces hasta ahora el destino de ambas razas se ha ligado; conduce hacia la Luz y sólo elHombre puede allí seguirlo.