La palabra "hada" procede del latín "fata", derivado a su vez del vocablo "fatum", que significa el hado o el destino. En
la edad media lo definían como divinidad o fuerza desconocida que según los gentiles, obraba irresistiblemente sobre las demás
divinidades y sobre los hombres y los sucesos. El término "fée" del francés, tiene similar procedencia, y de él derivaron
las palabras inglesas "fey" y "fairie", que con el correr de los tiempos sufrieron variaciones en su ortografía pasando por:
"fayerye", "fayre", "faerie", "faery" y "fairy". En su definición etimológica, se entiende por Hada: ser fantástico con forma
de mujer y a la cual se le atribuyen poderes mágicos. Para los sajones la palabra "ferie" hace referencia al mundo de las
hadas como entidad, se refiere a un lugar geográfico. En español se convierte en "féerico", que significa maravilloso o fantástico,
aplicándolo a por ejemplo, la música féerica o de las hadas