Los hábitos en el vestir y en la moda de los duendes varían según su lugar de origen.
Los duendes niegan ferozmente verse influenciados por las modas humanas.
Entre ellos abundan los zapatos con enormes hebillas de plata, mientras aumenta poco a poco la popularidad de los sombreros de tubo de estufa. Los gorros rojos para dormir siguen siendo probablemente la forma más común, aunque en la cabeza son capaces de ponerse cualquier cosa.
El rojo es un color muy popular, en contraste con los verdes y marrones, ya que extraen el tinte de los líquenes.
Los zapatos constituyen la especialidad artesanal del duende. En los tiempos antiguos confeccionaban sus propios zapatos y botas con metal, por aquellos de la durabilidad, razón por la que llegaron a convertirse en hojalateros tan buenos como zapateros; no obstante, poco a poco se han ido inclinando por hábitos mas cómodos. Actualmente, sus zapatos suelen ser de cuero y confeccionan para otros duendes las más exquisitas zapatillas de seda bordada.
Sea cual fuere el material empleado, entre los duendes se han popularizado los tacones altos ya que a pesar de su estatura, son mucho más sensibles a ella de lo que aparentan.
Naturalmente, disponen de formas mágicas para parecer más altos, pero mantener eso durante algún tiempo requiere un considerable derroche de energía, como sucede con el cambio de forma y con la invisibilidad.