
Los expertos aseguran que magia sólo hay una y que es la naturaleza la que acaba por darle color y tonalidad a la magia. De entrada la magia negra es el arte de utilizar invocaciones, rituales y sortilegios para hacer el mal.
Los magos negros, llamados así por ser los practicantes de esta disciplina de la magia, muchas veces trabajan sus ceremoniales efectuando sacrificios de sangre en los que son degollados inocentes animales criados para tal fin.
Si es lícito o no practicar la magia negra y si opera más en función de la credulidad y fé, es tema a debatir cada persona interiormente.